
Ana Giró Petersen. El 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, será el marco para el lanzamiento del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas, siendo el tema principal para el 2021.
Los ecosistemas marinos y costeros juegan un rol medioambiental importante, sin embargo, representan un gran reto de conservación debido a su compleja naturaleza y a los diversos impactos que están sufriendo. No obstante, si estos retos son gestionados de manera estratégica y con las herramientas adecuadas, podemos proporcionar muchas oportunidades de recuperación y conservación.
La restauración es una estrategia clave para salvaguardar los ecosistemas marinos y costeros que han sido degradados ya sea por efectos naturales (huracanes, efectos del cambio climático) o antropogénicos (deforestación, dragados, encallamientos, prácticas insostenibles).
Se restaura con el fin de remediar los daños ocasionados; es darle una ayuda a la naturaleza para que los ecosistemas se recuperen más rápido. En el tema marino y costero existe la restauración de arrecifes de coral, pastos marinos, manglares, dunas costeras, entre otros. Estos ecosistemas se encuentran íntimamente vinculados y son esenciales para la sobrevivencia de muchas especies.
Actualmente, Guatemala participa activamente en la Red de Restauración de Arrecifes del Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM). La red se creó principalmente para ser una plataforma de intercambio de información y capacidades para toda la región del SAM. Ahora bien, hay que tomar en cuenta que es más económico conservar y preservar un ecosistema que restaurarlo.