
La contaminación del aire mata aproximadamente a siete millones de personas en todo el mundo cada año. Los datos de la OMS muestran que 9 de cada 10 personas respiran aire que contiene altos niveles de contaminantes. La OMS está trabajando con los países para monitorear la contaminación del aire y mejorar el aire.
Desde el esmog que se cierne sobre las ciudades hasta el humo dentro de las casas, la contaminación del aire representa una gran amenaza para la salud y el clima. Los efectos combinados de la contaminación del aire ambiente (al aire libre) y del hogar causan alrededor de siete millones de muertes prematuras cada año, en gran parte como resultado del aumento de la mortalidad por accidente cerebrovascular, enfermedades cardíacas, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cáncer de pulmón e infecciones respiratorias agudas.
Más del 80% de las personas que viven en áreas urbanas que monitorean la contaminación del aire están expuestas a niveles de calidad del aire que exceden los límites de las pautas de la OMS, y los países de ingresos bajos y medianos sufren las exposiciones más altas, tanto en interiores como en exteriores.
Prevención y reducción de la contaminación atmosférica para mejorar la calidad del aire a nivel mundial

Los contaminantes climáticos de corta duración (SLCP) se encuentran entre los contaminantes más relacionados con los efectos sobre la salud y el calentamiento del planeta a corto plazo. Pueden permanecer en la atmósfera por tan solo unos pocos días o hasta algunas décadas, por lo que reducirlos puede tener beneficios casi inmediatos para la salud y el clima para quienes viven en lugares donde los niveles caen.
La contaminación atmosférica es el mayor riesgo ambiental para la salud humana y una de las principales causas evitables de muertes y enfermedades en todo el mundo, responsable de aproximadamente 6,5 millones de muertes prematuras en todo el mundo (en 2016) atribuidas a la contaminación atmosférica en interiores y al aire libre.
En los países en desarrollo, este tipo de contaminación afecta de manera desproporcionada a las mujeres, los niños y los ancianos, y en particular a las poblaciones de bajos ingresos que a menudo están expuestas a altos niveles de contaminación del aire en interiores y en espacios abiertos resultante de los métodos de cocina y calefacción que utilizan leña y queroseno.
La contaminación atmosférica es un problema mundial que tiene repercusiones de largo alcance debido a su vasta propagación, y porque, si no se produce una intervención agresiva, el número de muertes causadas por la contaminación del aire en espacios abiertos va camino de aumentar en más de un 50 por ciento antes de 2050.
La sociedad tiene que soportar los elevados costos de esta contaminación ya que tiene impacto negativo sobre la economía, la productividad laboral, los costos de atención sanitaria y el turismo, entre otros. Por tanto, no podemos subestimar los beneficios que supondría invertir en el control de dicha contaminación y que existe también una justificación económica para actuar y disponemos de soluciones eficaces en función de los costos para hacer frente a la contaminación atmosférica.
La mala calidad del aire plantea un problema en el contexto del desarrollo sostenible para todos los países, en particular en las ciudades y las zonas urbanas de los países en desarrollo, donde los niveles de contaminación atmosférica son superiores a los límites establecidos en las directrices sobre calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud.
Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul
Los Estados Miembros asumen la existente necesidad de reducir considerablemente el número de muertes y enfermedades causadas por productos químicos peligrosos y por la polución y contaminación del aire, el agua y el suelo de aquí a 2030, y de reducir el impacto ambiental negativo per cápita de las ciudades, incluso prestando especial atención a la calidad del aire y la gestión de los desechos municipales y de otro tipo de aquí a 2030.
El aire limpio es importante para la salud y la vida cotidiana de las personas, y la contaminación atmosférica es el mayor riesgo ambiental para la salud humana y una de las principales causas de muerte y enfermedad en todo el mundo que se podrían evitar. Dicha contaminación afecta de manera desproporcionada a las mujeres, los niños y a las personas de edad avanzada y tiene efectos negativos en los ecosistemas.
La comunidad internacional es muy consciente en la actualidad que la mejora de la calidad del aire puede ayudar a reducir las consecuencias del cambio climático y que las medidas de mitigación del cambio climático pueden mejorar la calidad del aire.
Impulsada por el creciente interés en todo el mundo por el aire limpio, y para concienciar sobre la necesidad de hacer mayores esfuerzos para mejorar la calidad del aire, entre ellos reducir la contaminación atmosférica, la Asamblea General declaró el 7 de setiembre como el Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul.
El aire limpio y los Objetivos de Desarrollo Sostenible
En el documento final de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, titulado “El futuro que queremos”, los países se comprometieron a promover políticas de desarrollo sostenible que contribuyeran a la buena calidad del aire en el contexto de las ciudades y los asentamientos humanos sostenibles.
Asimismo, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible reconoce —en su hoja de ruta para lograr el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente y la prosperidad para todos—que reducir la contaminación atmosférica es importante para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.