
Por: Edgar Castro Bathen, Director del Instituto de Astronomía de la Universidad Galileo.
Por increíble que parezca hoy, hubo un tiempo en que los astrónomos se negaban a creer que había planetas alrededor de otras estrellas. Cuando alguien hablaba de eso, lo miraban como a un loco. No fue hasta 1995, cuando se hicieron los primeros descubrimientos de planetas que orbitaban otras estrellas utilizando el método científico, que todo cambió.
Entre los primeros sistemas planetarios en ser descubiertos estaba Upsilon Andromedae o Titawin, una estrella binaria que se encuentra a unos 44 años luz de la Tierra y pertenece a la constelación de Andrómeda. El sistema está compuesto por una estrella enana amarilla[1]blanca similar a nuestro Sol, que se llama Upsilon Andromedae A y una débil enana roja llamada Upsilon Andromedae B. Las dos estrellas están separadas por una distancia de unas 750 unidades astronómicas.
Fue en la estrella Upsilon Andromedae A donde se descubrieron los primeros planetas extrasolares múltiples. Tres en total, que son gigantes gaseosos, Upsilon Andromedae A tiene una magnitud aparente de +4 y es visible a simple vista. El planeta más interno, llamado B, fue descubierto en 1996 y anunciado en enero de 1997 por Geoffrey Marcy y Paul Butler, quienes fueron los primeros en descubrir planetas.
Debido a su proximidad a la estrella, el planeta B le provoca grandes oscilaciones, eso hizo que fuera fácil descubrirlo. Sin embargo, había otras oscilaciones menores que permanecían sin explicación, hasta que un equipo de astrónomos de la Universidad de San Francisco y del Centro Smithsonian de Astrofísica de Harvard analizaron el problema y determinaron que un modelo de 3 planetas se ajustaba mejor a las observaciones.
El 22 de noviembre de 2010 se encontró el cuarto planeta, similar a Júpiter. Su distancia es casi la misma de Júpiter al Sol, no parece tener un cinturón de Kuiper, sino que su vecindad está limpia; puede deberse a perturbaciones gravitatorias ocasionadas por la estrella compañera distante, y pudo haber eliminado material en el exterior del sistema planetario de Upsilon Andromedae A. No se descarta la existencia de planetas pequeños como Marte y la Tierra que sean detectados en el futuro.
Descubrimientos como este dieron a conocer al mundo que hay otros sistemas planetarios, la mayoría diferentes al nuestro, que están ahí afuera. Y eso nos acerca a la posibilidad de que no estemos solos.