
Los bosques tropicales representan el 40% de la superficie total del planeta y albergan aproximadamente el 80% de la biodiversidad del mundo. En ellos se encuentran gran parte de la cultura y pluralidad de la humanidad. (ONU)
El Instituto Nacional de Bosques (INAB) se suma a la conmemoración del Día Internacional de los Trópicos -29 de junio-. Resaltan la importancia de continuar sumando esfuerzos por preservarlos. Los trópicos son la región de la Tierra comprendida entre los paralelos denominados Trópicos de Cáncer, en el hemisferio boreal y trópico de Capricornio, en el austral, equidistantes del Ecuador. Las zonas tropicales se enfrentan a diversos desafíos que requieren una atención especial, como el cambio climático, la deforestación, el avance de la frontera agrícola, la urbanización y los cambios demográficos.
Guatemala está ubicada dentro del Trópico de Cáncer, lo cual le confiere características especiales, por lo general, esta región es cálida con prevalencia de las lluvias y las estaciones están poco marcadas por el cambio de las temperaturas, propiciando la presencia de una alta diversidad de especies, ecosistemas y paisajes.
La extensión de bosque en Guatemala, según el último mapa de cobertura forestal del año 2016, es de 3 millones 574 mil 244 hectáreas, lo que equivale al 33.0 % del territorio nacional. Dicha cobertura forestal está representada por diferentes tipos de bosque, como los bosques nubosos que se encuentran ubicados en una franja altitudinal donde el ambiente se caracteriza por una cobertura de nubes persistente o estacional, son zonas de alta recarga hídrica y albergan especies endémicas o en peligro de extinción como El Quetzal (Pharomachrus moccino).

También es posible encontrar a los bosques secos, caracterizados por la escasez de precipitación con al menos 5 meses al año con menos de 100 milímetros (mm) de lluvia y por la abundancia de las especies espinosas como los cactus.
En las costas del pacífico y del caribe del país se encuentran a los bosques de manglar, los cuales presentan diversas adaptaciones biológicas para habitar en zonas inundadas en donde converge el agua dulce y salada, proveyendo de refugio y anidamiento a especies de peces, moluscos y cangrejos, algunos de ellos de importancia alimenticia para las poblaciones locales.
Por último, se encuentran las selvas tropicales caracterizadas por albergar una alta diversidad de especies de flora y fauna, algunas de ellas amenazadas como el cedro (Cedrela odorata), la caoba (Swietenia macrophylla), guacamaya roja (Ara macao), el tapir (Tapirus bairdii), entre otras.
“El INAB desarrolla una serie de programas, proyectos y estrategias que contribuyen al cuidado de los bosques tropicales de Guatemala, siendo uno de ellos los programas de incentivos forestales que desde hace 25 años a protegido, restaurado y fomentado un manejo sostenible de los trópicos. Es transcendental que todos los guatemaltecos reconozcamos y valoremos los ecosistemas de nuestro país, los bienes y servicios que nos brindan como ser el hogar de miles de especies de fauna y flora, cuidar el recurso hídrico y brindar aire limpio”
Ingeniero Rony Granados, gerente del INAB.
