
Por: Justa de Monney. Magister en Desarrollo
El día Internacional de la Mujer, está marcado por toda la lucha de millones de mujeres en el mundo que dejan su vida como una huella ecológica, la cual debe reconocerse, desde entregar sus vidas para la crianza de sus hijos e hijas y empujar desde diferentes espacios al resto de su familia.
Esto desde el punto de vista directo, luego de manera indirecta, tiñen con su ejemplo de resistencia estoica el camino de la Paz y la justicia. Todos los cambios que ocurren a diario en el mundo está amadrinada por una mujer.
La trasmisión de la cultura, la trasmisión de la educación, la trasmisión de los valores, la trasmisión de la alimentación. Las mujeres desde sus particulares posiciones. Siguen siendo las dadoras de vida, independientemente del ataque continuo a su rol social. No logran el peso político en las sociedades por un contrapeso perverso de lo patriarcal, pero aún así, la lucha se mantiene en desigualdad de oportunidades, pero con honestidad, fuerza y permanente voluntad.
En la actualidad, el Día Internacional de la Mujer sirve para reivindicar estos derechos básicos en los países menos desarrollados, y otros derechos más avanzados en los países desarrollados. Todo ello para llegar a una igualdad efectiva con el hombre. Las mujeres serán siempre más del 50 por ciento de la población mundial, que darán muestra de su condición de iluminadas, dispuestas a mantener el ritmo de la humanidad, con una supremacía, suave pero fecunda.
El 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, un día para luchar por la igualdad, la participación y el empoderamiento de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad.