
Por: Edgar Castro Bathen, Director del Instituto de Astronomía de la Universidad Galileo
En 1964 el científico ruso Nikolái Kardashev propuso que en el Universo debe haber tres tipos de civilizaciones. La civilización tipo 1 es aquella que puede aprovechar y dominar los recursos de su planeta; tipo 2 es la que puede dominar los recursos de su estrella principal y tipo 3 es la que puede dominar todos los recursos de la galaxia.
Según esta escala nuestro nivel actual es 0.7 es decir que todavía no llegamos a una civilización Tipo 1. Muchas veces hemos platicado en foros y conferencias las posibilidades de poder superar este número, pero lamentablemente las cosas que estamos viendo hoy con la invasión a Ucrania son muy tristes y nos enseñan en la cara que para nada estamos preparados para llegar a ese nivel.
Al contrario, estamos en riesgo de regresar a 0.00, a borrar al hombre de la faz de la Tierra y perder todo lo que se ha logrado. Es inaudito que no se puedan solucionar los problemas civilizadamente y con madurez de una especie que se supone ha superado esos problemas, pero no.
Se recurre a la fuerza, a los golpes, al garrote primitivo. Bien dicen que una civilización corre el riesgo de no pasar “la barrera del uranio”, que es precisamente la amenaza nuclear de autodestrucción. Hemos visto con estupor cómo el líder ruso pone en alerta sus fuerzas nucleares para causar miedo en el mundo. ¡Y vaya si no lo causa! Pensar que en una locura de esas, no estamos hablando de una bomba atómica cómo pasó en Hiroshima, sino miles de bombas. Y la respuesta es automática con otro número similar. No quedaría ningún vencedor.
El mundo se pone en riesgo de autodestrucción. Tan solo decirlo es una grave ofensa. A punto de perderlo todo por una decisión irracional de una o un grupo de personas. Es preocupante esta situación. No podemos quedarnos callados ante esto es nuestro deber expresar que somos personas racionales y que debemos comportarnos como tales.