Desde su creación en 1996, el Instituto Nacional de Bosques (INAB) ha liderado los programas de incentivos forestales en Guatemala. A través de PINFOR, PINPEP y, más recientemente, PROBOSQUE, la entidad ha fomentado la reforestación, el manejo sostenible de bosques y la conservación de los recursos naturales, promoviendo al mismo tiempo el desarrollo rural y la sostenibilidad ambiental.

El programa PROBOSQUE, establecido por el Decreto Legislativo 02‑2015, incentiva la creación y mantenimiento de plantaciones forestales y sistemas agroforestales, así como el manejo responsable de bosques naturales. Su alcance trasciende la protección del patrimonio natural del país: al movilizar recursos financieros hacia el campo, dinamiza la economía local, genera empleo y mejora los ingresos de miles de familias.

En los primeros seis meses de 2025, el Estado desembolsó 185 millones de quetzales a favor de 7,369 proyectos en todo el territorio nacional. Estas inversiones han permitido recuperar y manejar 15,972.95 hectáreas de bosque y beneficiar de forma directa e indirecta a 8 843 familias guatemaltecas.

La región de la costa sur, particularmente los departamentos de Retalhuleu, Suchitepéquez y el municipio de Coatepeque en Quetzaltenango, se ha visto especialmente favorecida.

Allí se ejecutan 79 proyectos que protegen 3,418 hectáreas y canalizan cerca de 4,5 millones de quetzales en incentivos, impactando de manera positiva a 474 habitantes a través de empleo, servicios ecosistémicos y oportunidades productivas.

De enero a junio de 2025 se han incentivado 54 proyectos con una inversión de 2,6 millones de quetzales, lo que representa el 50 % de la meta anual y garantiza la conservación de 2,604 hectáreas de bosque en la región.

“Comprometidos como Instituto Nacional de Bosques para mejorar y conservar nuestro medio ambiente y favorecer a nuestras comunidades. Este es un dinero que llega y apoya la economía local”, comentó Bruno Arias Rivas, gerente del INAB, al resaltar el impacto que tienen los incentivos forestales en la vida de las familias rurales.

Los avances de PROBOSQUE ya se traducen en resultados tangibles:

• Reducción de la deforestación y protección del patrimonio natural.
• Conservación de fuentes de agua y zonas de recarga hídrica, esenciales para la agricultura y el consumo humano.
• Producción sostenible de madera, que impulsa cadenas de valor legales y responsables.
• Reactivación de economías locales mediante la inyección directa de recursos y la generación de empleo.
• Fortalecimiento de la sostenibilidad ambiental y la resiliencia del país frente al cambio climático.

Arias Rivas concluyó que el INAB reafirma su compromiso con la gestión responsable de los recursos forestales: “Reafirmamos nuestro compromiso con la protección y gestión responsable de nuestros recursos forestales, porque con ellos contribuimos al bienestar de las comunidades y al desarrollo de un país más resiliente”.

La institución invita a los productores, comunidades y propietarios de tierras a conocer más sobre los programas de incentivos forestales y sumarse a los esfuerzos nacionales por una Guatemala más verde y próspera.