Ambiente/Desarrollo Sostenible

Más de 31 mil hectáreas de bosque salvadas gracias al tercer pago de incentivos forestales en 2025

INAB y MINFIN fortalecen la economía rural y la sostenibilidad ambiental con más de Q70 millones en desembolsos para proyectos forestales

El Instituto Nacional de Bosques (INAB) y el Ministerio de Finanzas Públicas (MINFIN) anunciaron el tercer pago correspondiente a los programas de incentivos forestales PINPEP y PROBOSQUE, con un impacto significativo en la conservación ambiental y el desarrollo rural del país.

Durante el mes de mayo se incentivaron 5,170 proyectos forestales, que abarcan un total de 35,160.5 hectáreas en todo el territorio nacional. Gracias a esta inversión, se evitó la deforestación de más de 31 mil hectáreas de bosque natural, al tiempo que se inyectaron más de Q70 millones a la economía local, beneficiando directamente a 6,117 familias.

“Con estos incentivos no solo promovemos la sostenibilidad de nuestros bosques, también generamos empleos, mejoramos la calidad de vida de miles de familias y contribuimos a la seguridad alimentaria en áreas vulnerables”, afirmó el ingeniero Bruno Arias, gerente del INAB.

De acuerdo con las autoridades, el 54% de los proyectos incentivados están liderados por hombres, el 36% por mujeres y el 9% son colectivos. Un total de 3,561 proyectos están ubicados en municipios que enfrentan condiciones de pobreza o pobreza extrema.

En municipios con alta vulnerabilidad en seguridad alimentaria y nutricional, se impulsaron 2,804 proyectos, generando 686,297 jornales de trabajo, equivalentes a 2,542 empleos rurales.

Estas acciones responden al cumplimiento del Decreto 51-2010 (PINPEP) y el Decreto 2-2015 (PROBOSQUE), legislaciones clave para fomentar el establecimiento, manejo, recuperación y protección de los recursos forestales del país.

Los beneficiarios incluyen desde propietarios individuales y municipalidades hasta empresas forestales, enfocándose en sistemas agroforestales, plantaciones forestales, y manejo sostenible de bosques con fines productivos y de protección.

Con cada pago de estos programas, Guatemala da un paso firme hacia la sostenibilidad ambiental, la inclusión social y la reactivación económica rural.

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