
En el marco del Día Mundial del Reciclaje, EPA Guatemala impulsa la iniciativa “Bolsas con propósito”, un proyecto que no solo promueve la sostenibilidad ambiental, sino que también transforma la vida de mujeres en situación de vulnerabilidad social.
Desarrollada en alianza con la organización mi eelo, perteneciente al programa Creamos, esta propuesta convierte lonas publicitarias en bolsas reutilizables de distintos tamaños, elaboradas a mano por mujeres que anteriormente trabajaban en el vertedero de las zonas 3 y 7 de la Ciudad de Guatemala.
“Antes trabajaba en una tortillería y en el basurero. Gracias a mi eelo me gradué y pronto empezaré la universidad”, cuenta emocionada una de las beneficiarias, que lleva siete años en el programa.
Este esfuerzo se enmarca en una visión de economía circular, donde los residuos se revalorizan y se generan oportunidades laborales dignas. A través de un proceso que incluye recolección, limpieza y transformación del material, estas bolsas representan no solo un producto funcional, sino también una historia de resiliencia, equidad y empoderamiento femenino.
El daño silencioso de las bolsas plásticas
En paralelo, Guatemala enfrenta una creciente crisis por el uso indiscriminado de bolsas plásticas. Según organizaciones ambientales, se estima que millones de bolsas de un solo uso terminan cada año en ríos como el Motagua, que desembocan en el Caribe afectando ecosistemas marinos sensibles como Punta de Manabique y los cayos del sur de Belice.
Especies como tortugas, aves y peces confunden estos residuos con alimento, lo que provoca asfixia, bloqueos intestinales y muerte. Además, las bolsas pueden enredarse en extremidades, dificultando el movimiento de los animales e incluso impidiendo que se alimenten o reproduzcan.
“La sostenibilidad no puede desligarse del impacto social. Estas bolsas no solo evitan que más plásticos lleguen al mar, también simbolizan esperanza”, expresó Luis De Sousa, gerente general de EPA Guatemala.
Las bolsas con propósito están disponibles en las tiendas EPA de Portales, Plaza Madero Roosevelt, Rambla 10, entrada a San José Pinula y El Tinajón en Quetzaltenango. Cada compra contribuye a reducir la contaminación, apoyar el empleo digno y salvar vidas animales.
Organizaciones como mi eelo no solo capacitan a mujeres, sino que también brindan acompañamiento educativo y psicosocial, promoviendo una transformación integral de comunidades que históricamente han sido marginadas.
Datos clave:
- Una bolsa plástica puede tardar hasta 500 años en degradarse.
- Se calcula que más de 100 mil animales marinos mueren al año por ingerir o quedar atrapados en plásticos.
- Las mujeres participantes de mi eelo reciben ingresos justos, educación y formación continua.
Reflexión para el Día Mundial del Reciclaje
Este 17 de mayo, Guatemala tiene una oportunidad para mirar hacia el futuro con acciones concretas: consumir de forma responsable, reciclar con propósito y apoyar proyectos que combinen sostenibilidad ambiental con justicia social.
EPA es una red de tiendas que busca ofrecer las mejores soluciones para proyectos relacionados con la construcción, decoración y remodelación, con un amplio surtido, el precio justo y un excelente servicio.
EPA inició operaciones en 1992 en Venezuela. Actualmente tiene cinco tiendas en Costa Rica, tres en El Salvador y cinco en Guatemala (Calzada Roosevelt, Zona Portales en zona 17, Carretera a El Salvador, Rambla 10 y Quetzaltenango), además de su tienda en línea y centro de contacto. Ofrece un surtido que supera los 15 mil artículos. Facebook: EPAGuatemala. Instagram: epaguate
Mi eelo, es un programa productivo que forma parte de Creamos una organización social que opera en las comunidades aledañas al vertedero más grande de Centroamérica. Su misión se centra en mejorar la calidad de vida de mujeres y familias mediante programas de educación, capacitación laboral y apoyo emocional.
Se especializa en la producción artesanal de artículos de alta calidad elaborados con materiales reciclados, fomentando prácticas sostenibles La organización trabaja para combatir la violencia basada en género y la precariedad económica, ofreciendo herramientas para construir un futuro.