
Guatemala ha reportado en los últimos 11 años una disminución de hechos delictivos, cifras que no solo se han mantenido a la baja, sino que, podrían llevar al país a estar dentro de las naciones con índices de criminalidad aceptables, explicó Ricardo Guzmán, ex funcionario de Gobierno.
Debido a la implementación de metodologías como priorizar las primeras 72 horas en las que ocurre un crimen, el seguimiento y gerenciación eficiente de casos y la implementación de métodos especiales de investigación, Guatemala registra desde el 2009 una baja en los casos de homicidio. “Muchos de estos procesos se han logrado gracias a la cooperación del Sistema de las Naciones Unidas, que con acompañamiento y experiencias exitosas, se convierte en vital para que el país no se quede solo”, señaló el entrevistado.
La tasa de homicidios se encontraba, hace más de una década, en 46% por cada 100 mil habitantes y los datos más recientes dan cuenta que ha bajado a 18%, lo cual son noticias que “enorgullecen”, al país. “La tendencia desde 2009 es bajar entre el 2 y 5% anual, lo que podría llevar al país a registrar una tasa del 10% de homicidios por cada 10 mil habitantes, que es el promedio mundial de un índice aceptable”, declaró.
Uno de los principales aspectos que ha logrado la disminución de crímenes es derivado de la Convención de Palermo, cuando el Sistema de las Naciones Unidas firmó y se comprometió a combatir la violencia de formas distintas a las tradicionales. “Los aportes que ha realizado las Naciones Unidas pueden observarse comparando los últimos 20 años, cuando se aprovechó un cambio sustancial en la legislación y su aplicación derivado del empuje de las agencias de cooperación”, recordó el exfuncionario.
En 2006 el Congreso de Guatemala aprobó la Ley Contra la Delincuencia Organizada y en 2009 se implementaron los métodos especiales de investigación, como las escuchas telefónicas y testigos protegidos, entre otros. “Hubo cambios, previo a esta implementación se capturaba al delincuente pero no se lograba ver quien lo había enviado. A partir de este esfuerzo, se constituyeron grupos de investigación entre 5 y 25 personas, para seguir la pista a grupos entre 30 y 50 personas presuntos responsables de 100 o hasta 200 hechos criminales”, explicó Guzmán quien también estuvo a cargo del viceministerio de Gobernación.
Como antecedente, gracias al apoyo internacional, se logró aumentar la eficiencia en resolución de casos pasando de un 2% a un 5% en los primeros dos años y actualmente la respuesta a los casos se encuentra en un 40%.Las instituciones se han ido fortaleciendo, aunque su modernización “va a paso de tortuga”, han logrado dar respuesta a delitos graves, como asesinatos, violación, robo a vivienda, robo de vehículos, extorción y asociación ilícita, delitos que involucran a pandilleros y estructuras organizadas.
“Se deben tomar ejemplos de cómo se imparte justicia en otros países, los jueces dictan fallos en poco tiempo y es ahí donde puede apoyar Naciones Unidas, en replicar esos sistemas exitosos”
Ricardo Guzmán, ex viceministro de Gobernación
Los retos En el Marco de Cooperación Estratégica 2020-2025, se establece el pilar de Seguridad y Justicia, que comprende fortalecer la confianza en las instituciones del sector justicia, entre otros retos. “Estamos seguros que las instituciones no son independientes y es un reto que logren serlo, para lograr instituciones sólidas y evitar la corrupción”, agregó.
Otra deuda es impartir justicia y extenderla a grupos vulnerables, como a las mujeres. Además, los métodos especiales “se quedaron cortos” en la actualidad, debido a que las organizaciones criminales conocen la forma de operar, y aunque siguen siendo eficientes hay que modernizarlos. “Se necesitan mejores tecnologías y estas solo se venden a gobiernos, y es ahí donde el sistema de las Naciones Unidas puede apoyar, debido a que los proveedores son cuidadosos en que no caiga en manos equivocadas”, expresó.
En la actualidad la mayoría de los casos van a juicio, mientras que en países desarrollados, solamente entre el 5 y 10 por ciento, pues “negocian”, en Guatemala no estamos acostumbrados” lamentablemente la mayoría de delitos que se comenten son juicios extensos en tiempo. “Es importante desjudicializar los casos, eso puede empujar mejores prácticas, como en otros países miembros del sistema, las audiencias judiciales son muy extensas, lo que hace imposible bajar la mora judicial”, finalizó el entrevistado.