El suelo y las legumbres pueden ser de gran ayuda para alimentar a una creciente población mundial y combatir el cambio climático, en especial cuando ambos se combinan, según afirma Suelos y legumbres: simbiosis para la vida, un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicado con ocasión del Día Mundial del Suelo.
«Los suelos y las legumbres encarnan una simbiosis única que protege al medio ambiente, incrementa la productividad, contribuye a la adaptación al cambio climático y aporta nutrientes fundamentales al suelo y a los cultivos siguientes», aseguró el Director General de la FAO, José Graziano da Silva.
Los legumbres -como las lentejas, frijoles secos y garbanzos- son plantas que fijan nitrógeno que beneficia a la salud del suelo, lo que conduce a mejores condiciones de crecimiento para ellas y para otras plantas. El nuevo estudio ilustra gran variedad de formas en que las legumbres y los suelos pueden ser «aliados estratégicos» para forjar sistemas alimentarios y agrícolas más sostenibles.