La magia de la Navidad llegó antes con la nueva colección 2025 de EPA, llena de color, creatividad y detalles que transforman cualquier hogar en un espacio de alegría y unión familiar.

La ilusión navideña llegó temprano a Guatemala con la propuesta decorativa de Ferretería EPA, que este año invita a redescubrir el encanto de los hogares a través de la creatividad y el color. Con su lema implícito de celebrar con propósito, EPA se adelanta al calendario para llenar los espacios de inspiración, armonía y esperanza.

La colección 2025 combina el verde esmeralda, el verde menta y el blanco como tonos principales, acompañados de los tradicionales rojo, dorado, plateado, azul y bronce, evocando la naturaleza, la pureza y la conexión con lo esencial. Entre sus novedades destacan esferas gigantes, luces modernas, villas nostálgicas y cascanueces de gran formato, todos pensados para despertar emociones y recuerdos compartidos.

Más que una propuesta estética, EPA promueve una experiencia sensorial donde la decoración se convierte en un acto de unión familiar. La empresa sugiere elegir una historia que guíe el diseño, hacer del Cascanueces un protagonista, crear escenas vivas con villas iluminadas y, sobre todo, involucrar a cada integrante del hogar en el proceso. La decoración, señalan, no solo embellece, sino que también construye vínculos.

La compañía reafirma su compromiso con la accesibilidad y la experiencia del cliente, ofreciendo opciones para todos los presupuestos, así como canales digitales: Plaza Madero Roosevelt, Rambla 10, Portales Zona 17, El Tinajón, Quetzaltenango en horario de atención de 7:00 a.m. a 9:00 p.m., de domingo a domingo y para quienes prefieren comprar desde el hogar, también están disponibles los canales digitales a través de epaenlinea.com, el centro de contacto y WhatsApp 2305-0100, así como el servicio drive thru, que permite recoger los productos sin necesidad de bajarse del vehículo.

EPA se ha consolidado como una red regional que apuesta por el bienestar y la creatividad doméstica. Su presencia en Centroamérica es hoy un símbolo de renovación, optimismo y compromiso con las familias que buscan hacer de su hogar un lugar donde la magia de la Navidad se sienta todo el año.