
Por: Edgar Castro Bathen
Próxima b es un planeta ubicado en la zona habitable de nuestra estrella vecina más cercana, llamada Próxima Centauri. Esta estrella es una enana roja que se encuentra a 4.2 años luz de la Tierra, lo que sería equivalente a una carretera en línea recta de 40 billones de kilómetros y esos son muchos kilómetros.
Si los quisiéramos recorrer en la más veloz de nuestras naves espaciales, la Parker Solar Probe, que se mueve a 587,000 km/ hora (¡uf eso sí es rápido!) llegaríamos en 7,727 años. -mmm, no es tan rápida como creíamos. Solo nos quedaría mandar velas espaciales del proyecto de Stephen Hawking, micro máquinas que avanzarían al 20% de la velocidad de la luz impulsadas por rayos láser. Eso nos mostraría fotos que tendríamos de regreso en unos 25.2 años.
Dado que el planeta está 20 veces más cerca de su estrella que la Tierra del sol, se cree que Próxima b está clavado gravitacionalmente con un lado dando siempre hacia la estrella y el otro siempre en la oscuridad. Es un caso parecido al de la Luna que siempre da la misma cara a la Tierra. Una civilización tecnológica en Próxima b podría optar por transferir calor y electricidad del lado cálido e iluminado del día al lado frío y oscuro de la noche. Esto podría lograrse, por ejemplo, cubriendo el lado diurno con células fotovoltaicas que generan electricidad a partir de la luz de su estrella. El físico Manasvi Lingam mostró que la cobertura sustancial del lado diurno por paneles solares podría detectarse con telescopios futuros en función de espectro que exhiben en su reflejo de la luz de su estrella. Esto plantea una pregunta hipotética interesante. Si el lado nocturno de Próxima b está iluminado con luz artificial, ¿podríamos detectarlo con el Telescopio Espacial James Webb (JWST)?
Dado que JWST es más grande y más sensible que HST, nos permitiría mirar más lejos en el espacio y extender la búsqueda de luces artificiales desde el cinturón de Kuiper hasta exoplanetas habitables como Próxima b. La opinión de los expertos es que no está dentro de su capacidad, pero a veces el equipo hace maravillas inesperadas.