Ambiente/Los Expertos

El cielo de noviembre y diciembre

Del escritorio de Edgar Castro Bathen

La época de Noviembre hasta Marzo es de cielos despejados en Guatemala. Es cuando se pueden observar las maravillas del cielo. Una de estas maravillas este año es la alineación aparente de los planetas más brillantes, como lo son Venus, Júpiter y Saturno.  En estos días se les puede observar en el poniente a simple vista.

Se ven como luceros que están firmes y no titilan. Eso es precisamente lo que diferencia a los planetas de las estrellas para un observador del cielo. Si titilan son estrellas pero si la luz se mantiene firme y fuerte es un planeta.  Estas alineaciones y conjunciones se pueden ver a simple vista y se pueden disfrutar sin necesidad de telescopio.

Un planeta solitario brilla encima del yunque de nubes, densas y enormes, contrastando su brillo con la terrible oscuridad. Créditos de Alejandro Cazali.

Los astrofotógrafos chapines se han aprestado de inmediato a tomar fotos muy creativas y bellas, como es el caso de Pablo Mayorga y Alejandro Cazali, cuyas producciones se muestran en este artículo y quedan como gratos recuerdos de los acontecimientos celestes ocurridos en 2019.

Otra de las maravillas del cielo que se pueden observar a simple vista son las lluvias de meteoros, características de esta época de fin de año.  Las Gemínidas son las mal llamadas estrellas fugaces que se ven salir de la constelación de Géminis la noche del 13 al 14 de diciembre. Digo mal llamadas porque no son estrellas las que se fugan, ni son estrellas las que caen, sino pequeños fragmentos de roca, dejados por un asteroide, que chocan contra la Tierra en esa noche a una velocidad tan grande (126,000 km/hora) que se desintegran y se convierten en energía lumínica y calor, a unos 80 kilómetros de altura.  Esas son las estelas que nosotros miramos desde el suelo.

Meteoro brillante, fotografiado por Luz Estela Yepes

Noviembre y Diciembre es también una época magnífica para ver Orión, que regresa con sus estrellas maravillosas, Mintaka, Alnilam y Alnitak, las tres estrellas alineadas que forman el cinturón de Orión. Los griegos y los romanos miraban en esta constelación a un cazador, y la constelación refleja vagamente la figura de un hombre con su cabeza, hombros, cinturón, piernas y hasta una espada.

Los hombros están formados por las estrellas Betelgeuse y Bellatrix, siendo Betelgeuse una supergigante roja, que se estima explotará como supernova “de un momento a otro” (nota: en astronomía decir “de un momento a otro” es hablar de varios millones de años). Bellatrix en cambio, es una supergigante azul,  6 veces más grande que el Sol y mucho más caliente.

Las piernas están formadas por las estrellas Rigel y Saiph. Rigel es una estrella supergigante blanca, 78 veces el tamaño del Sol y muy caliente. Saiph es una supergigante azul.  En relación a sus distancias, Saiph está a 720 años luz de la Tierra, mientras Rigel está a 864 años luz,  Betelgeuse a 642 y Bellatrix a 244. m

La Constelación de Orión

Debajo del cinturón se encuentra una cosa espectacular, la nebulosa de Orión. Si uno la ve con binoculares observa una nubecita de color gris con estrellas brillantes adentro.  Esas estrellas se formaron allí.  Gracias a la nebulosa de Orión se terminó de entender cómo nacen las estrellas, debido al colapso de enormes nubes de hidrógeno causado por la gravedad y por unas cosas llamadas ondas de densidad, que son causadas por la explosión de alguna supernova, que son los gatillos que disparan el proceso de fusión nuclear para que nazca una estrella.

La nebulosa de Orión está a 1,344 años luz de nosotros, lo que implica que la estamos viendo como era hace 1,344 años, porque es el tiempo que se tarda la luz en llegar hasta la Tierra. Si alguna estrella explota por allí esta noche, nos  enteraremos  en el año 3, 363. Así de grandes son las distancias del Universo.

Bueno, estas son sólo un par de maravillas de las que uno puede disfrutar en la época. Les deseo cielos despejados y que se sientan emocionados observándolas.   fff

Saturno, Júpiter y Venus, formando una diagonal, visible en Oeste, al anochecer en la Ciudad de Guatemala. Créditos de Pablo Mayorga.
Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.