A pesar de la importancia que tiene la tierra ya sea para la producción de alimentos o en la protección de los recursos naturales, cada vez aumenta más la pérdida de ese recurso natural.
Guatemala ha perdido entre 250 y 300 millones de toneladas métricas de suelo fértil, debido a la erosión causada por la deforestación y la falta de buenas prácticas agrícolas, señala José Miguel Leiva, director del Mecanismo Global contra la Desertización.
El experto considera que entre las causas de ese problema está el cambio de uso de suelo y la expansión de la ganadería, aunque también inciden los efectos climáticos como la sequía.
También ha señalado que uno de los impactos de esa degradación es el aumento de zonas áridas en el país, porque si antes el corredor seco estaba sólo en el oriente del país, éste se ha extendido a otros departamentos como El Quiché, Las Verapaces y Huehuetenango entre otros.
En el 2011 las autoridades ambientales consideraban que la pérdida era de 149 millones de toneladas métricas de suelo útil, pero ahora pasa de 250 millones.
El ministerio de Ambiente había señalado con anterioridad que cada año se pierden en el país 74,000 hectáreas de suelo por la deforestación, a manera de ejemplo señaló que sólo entre agosto y septiembre del 2010 el desgaste de los suelos en el país dejaron pérdidas por Q727 millones.
Degradación
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en su reciente informe al declarar el 2015 como el Año Internacional de los Suelos, señala que el 26 por ciento de la tierra de Mesoamérica está degradada, mientras que Latinoamérica en su conjunto tiene una degradación de suelos del 14 por ciento.
Resalta que América Latina tiene las reservas de tierra cultivable más grandes y por ello considera vital cuidar ese recurso, porque son la base para la producción de alimentos, así como el combate del hambre, además de ser áreas de conservación de la biodiversidad.
La FAO destaca que los suelos saludables forman parte del ciclo de carbono, por lo que su cuidado es necesario si se quiere mitigar y enfrentar el cambio climático.
Pérdidas
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en su estudio La Economía del Cambio Climático en América Latina, asevera que Centroamérica ya ha sufrido un alza en la temperatura media de aproximadamente 0.54 grados centígrados en los últimos cincuenta años.
Agrega que en Centroamérica las actividades agropecuarias son particularmente sensibles al clima, sobre todo debido a su ubicación geográfica y que en las últimas décadas ha sufrido las mayores pérdidas por los fenómenos climáticos y bajo uno de sus escenarios calcula que la producción de granos básicos tendrán una considerable merma, por ejemplo la cosecha de maíz podría bajar hasta un 35 por ciento, la de frijol un 43 por ciento y la de arroz hasta un 50 por ciento.
Aunque todas las entidades hacen sus recomendaciones, es evidente que sólo los guatemaltecos tienen la responsabilidad de encontrar soluciones.