
Por Omar Samayoa, Especialista en Recursos Naturales del BID
El Día de la Tierra, que se celebra cada año el 22 de abril, es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de cuidar nuestro planeta y actuar de forma responsable para proteger nuestro hogar común. La Tierra es el único planeta que conocemos que es capaz de albergar vida tal como la conocemos. Su compleja estructura, su atmósfera y su ecosistema permiten la existencia de millones de especies, incluyendo la nuestra. Sin embargo, en las últimas décadas, hemos sido testigos de cómo nuestras acciones han alterado este equilibrio natural, y han generado impactos negativos en el medio ambiente y en nuestra calidad de vida.
Algunos datos de la ONU destacan el impacto de las actividades humanas en el medio ambiente y la necesidad de un cambio hacia un modelo más sostenible y justo para todos. Veamos algunos ejemplos que forman parte de nuestra vida cotidiana. En el mundo, se compran un millón de botellas de plástico por minuto y se usan hasta 5 billones de bolsas de plástico de un solo uso al año.[1] En el caso de la industria de la moda, esta produce más del 8% de los gases de efecto invernadero y el 20% de las aguas residuales al año, utilizando alrededor de 93.000 millones de metros cúbicos de agua, suficiente para satisfacer las necesidades de consumo de cinco millones de personas.[2] Las cifras de la industria de la comida también son alarmantes, pues según la ONU, de toda la comida que se produce, se pierde o se desperdicia alrededor de un tercio[3]. Otro ejemplo es el sector del transporte, cuyas emisiones, de gases de efecto invernadero, según el BID, han aumentado más del doble desde 1970, y aproximadamente un 80 % de ese incremento proviene de los vehículos de carretera.[4] Sin embargo, solo la mitad de la población urbana global tiene acceso a un transporte público práctico.
Estos son sólo algunos ejemplos, que nos demuestran que la problemática ambiental que enfrentamos tiene sus raíces en un enfoque de desarrollo que es poco sostenible, y en algunos casos, hasta irresponsable. Y no se trata de evitar el desarrollo o detenerlo, se trata más bien de hacerlo en armonía con el medio ambiente, a través de un uso más eficiente de los recursos y reduciendo la presión sobre los mismos.
En ese sentido, desde el Banco Interamericano de Desarrollo, estamos comprometidos con apoyar a los países a enfrentar sus retos medio ambientales, con el objetivo de generar cambios de comportamiento para mejorar los patrones de consumo y uso de recursos. En Guatemala, hemos contribuido al desarrollo de modelos de producción alimentaria diversificados con sistemas agroforestales, a través de los cuales se logró apoyar a unas 10 mil familias del corredor seco guatemalteco, un área que enfrenta grandes desafíos ambientales.
A través del Programa de Inversión Forestal (FIP), se espera escalar estas intervenciones para poder ampliar la cantidad de familias que forman parte de esta visión y cambiar nuestra forma de relacionarnos con el planeta Tierra. Actualmente, el programa se encuentra bajo la consideración del Congreso de la República, y una vez aprobado, beneficiará a cerca de 100,000 familias con mayores ingresos a través de 9,000 productores forestales beneficiados, 400 asociaciones/cooperativas fortalecidas, 1,600 MiPymes beneficiadas y 1,679 nuevos puestos de trabajo. Además, con la ampliación de 15 mil hectáreas de sistemas agroforestales y silvopastoriles se facilitará para Guatemala, el acceso a recursos adicionales de donación por Bonos de Carbono. El proyecto, tiene un retorno estimado de US$194 millones por la venta de productos forestales maderables y no maderables en un periodo de 15 años.
Este enfoque ha demostrado que, además de beneficiar económicamente a las personas, nos permite también reducir el impacto humano en el planeta, y asimismo proteger recursos naturales importantes, y minimizar la crisis climática. Este Día de la Tierra, es una buena oportunidad para reflexionar y modificar nuestros hábitos de consumos, pues es la única forma de asegurar que, en años futuros, podremos conmemorar esta fecha, con cifras más positivas.
Foto: Gettyimages
[1] Compromiso mundial para reducir los plásticos de un solo uso. https://news.un.org/es/story/2019/03/1452961
[2] El costo ambiental de estar a la moda. https://news.un.org/es/story/2019/04/1454161
[3] El desperdicio de comida, una oportunidad para acabar con el hambre. https://news.un.org/es/story/2018/10/1443382#:~:text=En%20total%2C%20seg%C3%BAn%20cifras%20del,%2C%20procesado%2C%20distribuci%C3%B3n%20y%20consumo.
[4] Blog Covid-19 ¿Qué podemos aprender de respuestas anteriores a la crisis de salud pública? https://www.iadb.org/es/ove/cambio-climatico-en-el-sector-transporte