
Un estudio publicado en la revista Nature Climate Change tras recopilar datos de 732 poblaciones de 43 países, según estimaciones globales realizadas por este equipo, durante el período entre 1991 y 2018 un 37% de los fallecimientos vinculados a la exposición al calor pueden atribuirse al calentamiento del planeta, debido a las actividades humanas.
“Por estudios previos, sabemos que el calor actúa como desencadenante de eventos cardiovasculares y respiratorios, como infartos de miocardio, isquemias e insuficiencias respiratorias, además de otras patologías”, de acuerdo con la epidemióloga ambiental Ana María Vicedo-Cabrera, investigadora de la Universidad de Berna, en Suiza.
“Por si había alguna duda, dejamos claro que el cambio climático es una realidad, y que ya no es solo cosa de las generaciones futuras, sino que nosotros ya lo estamos viviendo y nuestra salud está viéndose afectada”, subraya Vicedo-Cabrera, que alerta, “si no hacemos nada para evitarlo, esta carga de mortalidad aumentará de forma exponencial en las próximas décadas”