Guatemala requiere el apoyo de todos para tener un medioambiente sano, vivimos en un país megadiverso, por lo cual debemos sentirnos orgullosos y cuidar lo más valioso que poseemos que es nuestro patrimonio natural.
Desde nuestros espacios podemos generar conciencia y realizar acciones para conservar y hacer uso sostenible de la rica biodiversidad que poseemos y que es indispensable para nuestra propia subsistencia.
¡Recuperemos juntos la eterna primavera!

Como un país megadiverso y vulnerable ante el cambio climático, Guatemala debe de enfrentar grandes retos para aportar a los objetivos de desarrollo sostenible. Se deben asegurar los recursos hídricos, desde su fuente, el acceso, la potabilización y su tratamiento. Guatemala es productor de agua para sus poblaciones, dentro y fuera de las áreas protegidas. Este “lugar de bosques” debe de conservarlos, manejarlos y restaurarlos, para asegurar los medios de vida y las zonas de recarga, para sus poblaciones.
De igual manera debemos impulsar el manejo integrado de desechos sólidos. Reducir, Reciclar, Reutilizar y Recuperar desechos.
Generar institucionalidad y marcos de política pública para impulsar estos retos desde la perspectiva de los sectores público, privado, social, municipal y nuestras comunidades locales y pueblos indígenas. Son medios para asegurar el derecho a un ambiente sano, a la salud y a la alimentación.

Promover una institucionalidad ambiental fuerte, transparente para aplicar la legislación vigente. Actualmente cada entidad ambiental actúa por su lado, al final no se hace nada. Se debe emitir la legislación faltante para la gestión integrada del agua y suelo, aplicar los instrumentos existentes, asi como educar a la población para evitar la contaminación y la degradación de los ecosistemas. Los desechos de las empresas son pérdidas económicas, deben aplicar la economía circular, para garantizar un mercado mejor pagado. La población debe dejar de contaminar los rios, los bosques y los ecosistemas.
Debemos promover el desarrollo a través de la reducción de vulnerabilidades ambientales, generadas por nosotros mismos, adaptarnos para contar con poblaciones resilientes y mitigar nuestros gases de efecto invernadero con una estrategia de desarrollo sostenible de bajas emisiones y economía verde.

Los retos ambientales en Guatemala son muchos porque tenemos: agua, suelo y aire contaminados física, química y biológicamente; y los bosques y otras formas de biodiversidad se reducen.
Esto debe cambiar y la pandemia por el coronavirus lleva a reflexionar sobre las malas prácticas humanas y motiva a modificar los patrones de consumo y desecho, así como los modelos de desarrollo económico que comprometen la calidad del ambiente y la vida.
Es clave mejorar los mecanismos de conservación y mejora del ambiente y el compromiso de cada quien desde sus espacios para contribuir a que la contaminación y la degradación se reduzca.